José Luis Monzón: «Estamos a muerte con la Economía Social de Navarra para que pueda demostrar su importancia»
El Centro Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública, Social y Cooperativa (CIRIEC) desempeña un papel crucial en España en el ámbito de la Economía Social. Su labor se enfoca en la investigación científica y la generación de conocimiento sobre aspectos relacionados con este modelo económico mediante la realización de estudios, publicaciones y actividades que promueven su entendimiento así como su desarrollo y crecimiento.
Además, el CIRIEC-España fomenta su difusión y promoción con la organización de congresos, seminarios y la publicación de la Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa. En esa misma línea, además, mantiene redes de colaboración con universidades, instituciones públicas y organizaciones sociales para fortalecer la investigación y la transferencia de conocimiento hacia la sociedad sobre la Economía Social, sus potencialidades y ventajas.
Su director ejecutivo y Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia, José Luis Monzón, se trasladó recientemente a Pamplona para participar en la V Semana Universitaria de la Economía Social organizada por la Cátedra de Economía Social y Cooperativismo de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) en colaboración con ANEL.
En dicho encuentro, Monzón reclamó “ambición” a los agentes que participan del modelo de la Economía Social. “Tenemos empresas líderes en distribución comercial, enseñanza, etc. Hay que creérselo y exigir el lugar que nos corresponde en virtud del importante valor añadido que aportamos a la sociedad”, dijo.
Finalizada su intervención, detallamos en forma de entrevista parte del diálogo que mantuvimos con el profesor José Luis Monzón.
Acaba de afirmar que hay una serie de desafíos como la despoblación, el envejecimiento o el cambio climático, entre otros, que no se pueden afrontar individualmente. ¿Qué puede hacer la Economía Social para trasladar ese mensaje de colaboración y unidad para que el sector público y el privado se sientan concernidos y participen de esa lucha común por la supervivencia del planeta y sus habitantes?
«Abordar los desafíos actuales de la Humanidad no es una tarea fácil. Creo que necesitamos una iniciativa colectiva que involucre a todos: el sector público, el privado, … Pero, también y sobre todo al emprendimiento social y la economía social. ¿Cómo se puede lograr esto? Con ejemplos prácticos que muestren que otro modo de producción y de consumo es posible, uno más sostenible en el que se valore a las personas y no se pretenda esquilmar los recursos naturales. Es importante que la sociedad participe en eventos como congresos y que seamos conscientes de la influencia de los lobbies y grupos de presión para que los poderes públicos se sientan respaldados en esos procesos de cambio.
Creo que la clave está en la acción colectiva, desde diferentes sectores, ciudadanía, conocimiento (universidades y centros tecnológicos) y emprendedores, para influir en políticas que aborden los problemas reales y corten el paso a las soluciones populistas. En ese escenario, la Economía Social es parte de la solución. La ejemplaridad de sus valores pueden servir de acicate para promover un cambio tanto en el modo de producción como en el consumo. Todos sus agentes (empresas, fundaciones, cooperativas, entidades que fomentan una economía solidaria…) debemos actuar como un lobby que impulse políticas que favorezcan un desarrollo más sostenible y justo para todos».
El único problema para hacer realidad ese «plan» lo acaba de comentar en su ponencia y es la falta de «autoconfianza» de los agentes que forman la Economía Social. ¿Cree que ha llegado el momento de que el modelo dé «un puñetazo en la mesa» para convertirse en ese agente activo que has reclamando en tu intervención?
«La Economía Social ha logrado avances muy significativos en el reconocimiento y el fortalecimiento de su modelo económico. Ahora hay una mayor autoidentificación de los actores involucrados y una delimitación clara del ámbito de la economía social. Además, se están alcanzando progresos en el reconocimiento jurídico, con la implementación de leyes y planes de acción a nivel europeo y nacional. Con más de 1.3 millones de empleos directos en España y una influencia que alcanza a más de 2 millones de empleos en total, la Economía Social ha logrado una fuerza significativa e importante. Sin embargo, sigo echando en falta la necesidad de un impulso adicional, de un compromiso más fuerte por parte de los actores involucrados, incluyendo la ciudadanía y la universidad, para consolidar aún más su posición. No sé si eso tiene que ver con el «puñetazo en la mesa» que mencionas pero sí que vemos necesario ese «impulso» extra que todavía no se ha dado».
Precisamente, entre sus proyectos futuros está la elaboración de una guía de referencia, una especie de libro blanco sobre la Economía Social aquí en Navarra, … ¿En qué fase se encuentra y cómo puede ayudar al objetivo de la consolidación del modelo al que nos estamos refiriendo en esta conversación?
«Sí, en estos momento, se están desarrollando iniciativas importantes para fortalecer el conocimiento y la visibilidad de la Economía Social en España. Esto incluye la creación de un portal estadístico a nivel nacional y en algunas comunidades autónomas, así como la elaboración de libros blancos sobre el modelo, como el que se está preparando aquí, en Navarra. Se espera que esta iniciativa, que contará con la participación de la universidad, los actores del sector y la administración pública, demuestre la importancia del sector y reciba el apoyo del CIRIEC-España, que tiene una reconocida experiencia metodológica avalada por instituciones como Eurostat y la Comisión Europea. No obstante, sí que te puedo confirmar que, por nuestra parte, estamos a muerte con la Economía Social de Navarra para que pueda demostrar su importancia».
Por lo tanto, y a la vista de su respuesta, ¿es la Economía Social de Navarra un referente para los agentes del resto de España que trabajan en este mismo modelo?
«La Economía Social de Navarra destaca, sobre todo, como un referente en el sector agroalimentario, con experiencias muy positivas, así como en el ámbito del cooperativismo industrial, donde cuenta con empresas altamente competitivas a nivel internacional. Aunque el sector del cooperativismo industrial de Navarra puede ser menos conocido de lo que merece, confío en que el próximo Libro Blanco sobre la Economía Social de Navarra se sitúe como una oportunidad para resaltar sus logros y potencialidades».
De nuevo siguiendo su argumento y, para concluir, ¿cuáles son los tres principales retos que le quedan por delante a la Economía Social para alcanzar el estatus de reconocimiento que se merece?
«Uno de los desafíos clave es finalizar el proceso de autoidentificación y creer en el potencial de la Economía Social. Eso, sin lugar a dudas. Además, es crucial profundizar en la economía del conocimiento, donde nuestro modelo puede tener un impacto significativo mediante el uso intensivo de inteligencia y tecnología en lugar de capital y energía. Esto implica fomentar alianzas con sectores afines, como el asociacionismo ciudadano, comprometer a los partidos políticos y colaborar estrechamente con la universidad, acciones que entiendo como fundamentales para avanzar en este campo.»
