Una cooperativa que vela por la salud y la belleza

Dedican sus días a que sus clientes estén más guapos y sanos. Y a pesar de la crisis, decidieron que un solo Centro Zen no les bastaba para ello. Recientemente han abierto dos más, uno en Sarriguren y otro en Iturrama. Y ellos, aunque siguen siendo los mismos, también han cambiado.

Ahora son una cooperativa, Abaesthetic, algo que les ha permitido “cambiar la percepción” del negocio. “La implicación de las personas ha crecido. No nos costó trabajo formar la cooperativa, porque ANEL estaba detrás ayudando”, recuerda Alicia Migueliz, una de las artífices de Centros Zen.

Ella, junto a Amaia Enekoitz y Beatriz Martinicorena, abren a primera hora de esta mañana la puerta del local ubicado en Sarriguren. La primera clienta no se hace esperar. “Nuestros servicios se pueden dividir en dos enfoques, belleza y salud”, comenta Migueliz. En el primero abarcan servicios “muy asentados entre los clientes”, como el maquillaje, las distintas técnicas de depilación, peelings y tratamientos integrales de adelgazamiento. De estos, “lo que más funciona son las depilaciones y las dietas”. “Tenemos de todo, gente que sigue prefiriendo la depilación convencional, con cera, y otros que prefieren el láser. Además, realizamos un estudio exhaustivo de cada persona que viene con problemas para adelgazar. Preferimos analizar el cuerpo y establecer pautas y objetivos específicos que no hacer una dieta aislada, porque el cliente termina desencantado. Si se hace de una manera correcta, los resultados siempre son visibles”, destaca.

La salud es el otro pilar del negocio. Desde que abrieron el primer centro, en Aoiz, este equipo de profesionales se ha dedicado a aliviar a sus clientes con distintas técnicas “como Reiki, terapias médicas, masajes terapéuticos, corrientes en la zona de los pies…etc”. “Hace mucho que nos dedicamos a ello y la medicina alternativa se nota”, opina. Un ejemplo de su constante interés por la salud de sus clientes, es que todos los productos del local son respetuosos con la salud y el medio ambiente.

Y es que la cooperativa Abaesthetic sabe que todas las decisiones son importantes para dar confianza a su clientela. Y más ahora, con la crisis asolando a cada paso. “Los clientes no cambian mucho sus gustos y necesidades. La crisis afecta en la frecuencia con la que vienen y los tipos de tratamientos que escogen”, opina Migueliz. Mientras, el equipo continúa mirando hacia delante, hacia nuevos tratamientos, cómo fortalecer la línea del negocio y quizá, en un futuro, quién sabe, la apertura de nuevos locales.