Previsiones de crecimiento del 2,7% en Navarra en el Encuentro Económico de Navarra de Laboral Kutxa

La economía navarra crecerá alrededor de un 2,7 % este año y del 2,2 % en 2020, según las previsiones presentadas en el Encuentro Económico de Navarra, organizado por Laboral Kutxa en el Hotel Tres Reyes y al que acudieron más de 200 personas entre representantes del gobierno y la administración, del mundo empresarial y de la Economía Social, como ANEL.
En el Encuentro Económico de Navarra, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, anunció que la previsión de crecimiento para la Comunidad foral es del 2,7 % en 2019 y del 2,2 en 2020, frente al 3 % de media que se venía registrando desde 2015.
En este sentido, Madariaga destacó que en Navarra se está produciendo una cierta “desaceleración industrial, pero no tan acusada como en el Estado” y que no ha afectado a la producción de turismos, un sector importante para la economía foral “que crece un 20 %” . También el saldo comercial todavía es positivo, aunque se desaceleran las exportaciones al mercado europeo que constituyen el principal destino de las mercancías navarras.
Madariaga aseguró que a nivel mundial “la desaceleración es un hecho”. No obstante, matizó que la evolución que puede seguir la economía depende de una serie de incógnitas que todavía no se han resuelto como, por ejemplo, el Brexit, la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, el auge del populismo o las migraciones. Por lo que, en su opinión, el riesgo de recesión sería de un 40 % aproximadamente.
Con respecto a la economía nacional, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa comentó que los datos apuntan a un crecimiento de entre el 2 y el 2,5 %, menos intenso en la industria (1,5 %) y con el sector servicios como “soporte”. “Han caído la venta de viviendas y las hipotecas, también las matriculaciones, lo que sitúa el crecimiento del consumo en torno al 2 %”, mientras que en el empleo hay una “desaceleración”.
En un contexto internacional muy incierto, con por ejemplo una gestión del Brexit totalmente impredecible o con las luchas comerciales y el proteccionismo, se está «minando la confianza empresarial», lo que hace que la inversión a nivel global prácticamente no crezca y que se desacelere la creación de empleo. En este sentido, el elemento positivo es que el sector servicioes es “todavía sólido”.
La tensión comercial afecta sobre todo al PIB con una desaceleración de las exportaciones e importaciones en países como Alemania, Italia o España, que también están registrando caídas de la producción industrial.