Mediación Navarra implanta un sistema de gestión positiva de conflictos en Ingeteam Sesma

(Fotos: Maite H. Mateo, Navarra Capital)
La delegación de Ingeteam en Sesma implanta un sistema de gestión positiva de conflictos específico diseñado junto a Mediación Navarra para fomentar la innovación, la creatividad y la cohesión de los equipos.
Los conflictos interpersonales en el ámbito laboral suponen además de una repercusión económica en las empresas, la disminución del sentimiento de satisfacción del trabajador, pero se trata de una problemática psicosocial común. La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales recoge la obligatoriedad y responsabilidad de toda empresa de intervenir y actuar ante este tipo de dificultades. Para ello, los departamentos de Recursos Humanos buscan fórmulas novedosas con las que mitigar el efecto de estos conflictos.
Gestionar, resolver y transformar los conflictos en oportunidades permite generar cambios en las personas, además de fomentar la innovación, la creatividad y la cohesión de los equipos, precisamente lo que se pretende conseguir en Sesma con el nuevo sistema diseñado por Mediación Navarra. Se trata de un sistema de gestión positiva de conflictos que permite gestionar la primera fase de estos con el fin de que no se agraven.
En el caso de esta empresa, la iniciativa viene de mano del director de Gestión de Personas en Ingeteam, Delfín Pérez, quien ante el desconocimiento de este tipo de herramientas, participó en un curso impartido por Mediación Navarra en el Club de Marketing de Navarra. La firma liderada por la psicóloga Maite Ruiz y las abogadas Amaya Sanz y Elena Sarasa se encargó de diseñar e implantar un sistema de gestión positiva de conflictos para la sede.
El primer paso para la implantación del proyecto fue constituir un equipo para el diseño teórico del sistema, formado por diez personas de distintas áreas de la compañía. Posteriormente se constituyeron otros dos grupos, el primero, formado por cinco personas para la indagación y evaluación de los asuntos que se pongan de manifiesto, y el segundo, formado por más de cincuenta trabajadores, para informar acerca de los conflictos.
Se trata de un sistema que debe funcionar solo y que con el seguimiento del sistema y de los indicadores de implantación por parte del grupo que diseñó la iniciativa, se evaluarán los cambios en la visión del conflicto, para pasar a identificarlos como una oportunidad de mejora.