Lacunza Kalor Group, SAL inaugura su nueva planta en la localidad de Lakuntza

Lacunza Kalor Group, una sociedad anónima laboral dedicada a la fabricación de estufas, chimeneas, aparatos calefactores y cocinas, inauguró el pasado viernes, 16 de noviembre, su nueva planta de producción en la localidad de Lakuntza, con 5.800 m2 y 35 empleados.
Al acto asistieron, entre otros, la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina; la consejera de Desarrollo Rural, Industria, Empleo y Medio ambiente, Lourdes Goicoechea; el director gerente del Servicio Navarro de Empelo, José Javier Esparza; el alcalde de Lakuntza, José Ramón Garín y varios representantes de ANEL como su presidente, José María Gallo o su coordinador general, Antonio Martínez de Bujanda.
En estas instalaciones, que se unen al trabajo realizado en la planta de Alsasua, se fabricará una línea de productos basada en la innovación y el diseño y cuyo principal componente es la chapa de acero. La empresa, que nació en los años cuarenta del pasado siglo como una fundición de hierro y en los años sesenta empezó la fabricación de cocinas de leña, se convirtió en 1997 en sociedad anónima laboral.
Durante el acto de inauguración, Barcina felicitó a la dirección y a los trabajadores por llevar a cabo este proyecto y por «generar nuevas oportunidades de empleo para esta zona y abrir nuevas vías de negocio». La presidenta valoró que, en esta nueva planta, «se une la tradición con la vanguardia, mantenéis el valor y la esencia de los productos que os han hecho fuertes, e innováis con nuevas líneas y os hacéis mas fuertes y competitivos». Resaltó asimismo que es fundamental para la supervivencia de las empresas navarras y de los puestos de trabajo «la capacidad de adaptación, algo en lo que os considero un muy buen ejemplo y de que lo que creo debemos tomar nota y aplicar en nuestros ámbitos de actuación».
Asimismo, Barcina agradeció a ANEL el apoyo prestado a la empresa y señaló que desde el Gobierno se está trabajando con la asociación en buscar alternativas para empresas con dificultades. «Creemos que fórmulas como la vuestra, me refiero a cooperativas y a sociedades laborales, son alternativas factibles para mantener puestos de trabajo, y más en esta zona, donde ya se ha materializado algún proyecto con un importante éxito».
«Está claro», añadió, «que debemos ir adaptándonos a las circunstancias y, que está en nuestras manos, en las de todos, buscar nuevas fórmulas y soluciones que nos permitan generar entidades laborales implicadas en el territorio, con personal que crea en el proyecto y que se implique en él, y sin peligro de deslocalización».
Por su parte, el gerente de Lacunza, José Julián Garciandía, explicó que, «a pesar de que son tiempos difíciles, hemos realizado estas inversiones por entender que con las mismas vamos a poder fabricar una serie de productos que, por sus características y diseños, van a marcar el futuro en nuestro sector».
Según subrayó, esta empresa sigue creciendo en tiempos de crisis porque crea productos que consumen biomasa y energías renovables como el pellets y la leña y, sobre todo, por su filosofía. «Contamos con una equipo humano comprometido, trabajamos con objetivos a corto, medio y largo plazo, capitalizamos parte de los recursos, generamos riqueza y empleo en la zona, y apostamos por la innovación y la internacionalización».
Por último, también intervino el alcalde de la localidad que subrayó las dificultades a las que tiene que hacer frente la zona y reclamó implicación y ayuda para, «entre todos, buscar soluciones».
Apuesta por la internacionalización
Lacunza Kalor Group es un ejemplo claro de apuesta por la innovación y la internacionalización. La mayor parte de las exportaciones las realiza en países europeos como Francia, Portugal, Inglaterra, Irlanda, Grecia y Polonia, pero también en zonas de Rusia y países limítrofes. La facturación aproximada de este año rondará los 9 millones de euros, el 79% en el mercado nacional. Su objetivo: alcanzar el 40% de exportación en cuatro años.
Además, todos los productos que fabrica Lacunza están homologados, también con normativas europeas, y su objetivo ahora es ir mejorando los índices de emisiones, partículas y rendimientos que se exigen a las mismas.
Según explicó Garciandía, además del diseño de la fachada, «que hemos querido hacer innovador y que esté acorde con el entorno, hemos instalado un sistema de calefacción para el pabellón y las oficinas, que fuese acorde con nuestra filosofía y que consiste en dos calderas de pellets con suelo radiante, que evitan polvo y mantiene la temperatura más cerca de donde se encuentran los trabajadores». «Queremos que nuestra marca sea reconocida, y para ello hemos cambiado el logo y el nombre y hemos creado un catálogo específico para seguir creciendo y conseguir nuestros objetivos y siempre con la humildad como premisa de fondo».