De proyecto a Red: un viaje de aprendizaje compartido

Cómo cooperar y afrontar los retos que supone trabajar con organismos y empresas de otros territorios; intercambiar de buenas prácticas y experiencia, así como el debate sobre algunos elementos de las legislaciones de los diferentes territorios que podrían ser transferidos al resto fueron algunas de las cuestiones que se abordaron en la mesa redonda que sirvió para presentar los resultados de TESS. Y mostrar el paso de paso de Proyecto a Red, un proceso transparente en el que han participado más de 200 empresas, además de los socios y otros organismos.
En la misma tomaron parte Stéphane Montuzet, Administrador de CRESS Aquitaine; Agustín Mendiola, Coordinador de Konfekoop; Antonio Martínez de Bujanda, Gerente de ANEL y Eva Jimeno, Responsable del Proyecto TESS en Navarra y Javier Baztarrika, de Iniciativas Innovadoras como responsables de la coordinación del proyecto, con la moderación de Berta Bernarte, periodista.
El eje vertebrador de las diferentes intervenciones fue que el trabajo conjunto y la cooperación son valores esenciales en la Economía Social. Tanto es así, que todos coincidieron en las oportunidades que plantean la multidisciplinariedad y la intercooperación. «Un equipo multidisciplinar es clarísimamente mucho más potente que un equipo monocolor», aclaró Bujanda. «Cada vez es más necesario crear vínculos. Intercooperar no es perder la propia identidad sino llegar al espacio de Economía Social que si uno va solo es muy difícil de alcanzar. La intercooperación permite intercambiar mejoras en el rendimiento empresarial; gestión, reparto de costes… y supone también una voluntad de crecimiento alcanzando, cotas que desde la individualidad no podrían alcanzarse», declaró Agustín Mendiola. A todo esto, Sthepane Montuzet añadió que, «estos principios pueden trasladarse a la lógica territorial y más allá de los actores de la Economía Social».
Pero también existen algunas dificultades, como las diferencias en la legislación y en el tipo de actores de la Economía Social en los distintos territorios. Así Baztarrica afirmó que, «las dificultades vienen por la falta de conocimiento de las propias entidades. Se tiende a considerar el proyecto como un elemento muy cerrado, pero hay que tratarlo como un camino abierto. El idioma es una barrera común en los proyectos transfronterizos que puede solventarse con la confianza y, sobre todo, a la hora de contratar al personal bilingüe».
De hecho todos coincidieron en que más allá de las barreras idiomáticas comparten un lenguaje común: los valores de la Economía Social.
Otro de los elementos importantes de la Economía Social es el intercambio de buenas prácticas y éste se ve reflejado, según afirmó Eva Jimeno, en la «agilidad para transferir herramientas a corto plazo con resultados positivos tanto en materia de empleo como en lo económico; promover propuestas y cambios legislativos; capacidad de desarrollar herramientas conjuntas; trasladar el saber hacer de cada una y la capacidad de traspasar y transmitir el proyecto de cooperación mucho más allá de los socios».
En cuanto al tema de los emprendedores y el apoyo que la Economía Social les proporciona, Sthepane declaró que cuentan con «herramienta específica que llamamos cooperativa de empleo, es decir, tenemos en cuenta el entorno territorial para crear empleo estable. De esta forma, las Scoop realizan un trabajo regional al mismo tiempo que lleva a cabo lógicas de acompañamiento centradas en las cooperativas».
Desde ANEL afirmaron que están trabajando para ver de qué manera se podría adaptar en Navarra el marco legislativo a la actividad económica aplicando estos elementos positivos que existen en la normativa francesa, así como la mayor facilidad a la hora de crear cooperativas de pequeño tamaño que existe en el País Vasco.
La financiación es otro de los temas que se pusieron sobre la mesa y sobre el cual Mendiola subrayó que, «somos entidades asociativas y no corporaciones». Montuzet recalcó el importante papel que tiene la financiación en este tipo de economía «porque se trata de un modelo diferente». «En Francia tenemos herramientas específicas para la Economía Social», aseguró.
Finalmente, y para cerrar la mesa redonda, los ponentes encabezados por Javier Baztarrica extrajeron una serie de conclusiones:
1- El proyecto TESS ha alcanzado los objetivos que nos marcamos en su momento: Reforzar el papel de la Economía Social en el desarrollo social y económico del territorio transfronterizo de Aquitania, Navarra y País Vasco. Lo que se ha reflejado en la puesta en marcha de una dinámica de trabajo continuado entre las organizaciones de Economía Social de los territorios transfronterizos. Además de incrementar la visibilidad de la Economía Social en el territorio transfronterizo y fomentar la Economía Social como mecanismo efectivo de inserción laboral y de generación de empleo de calidad.
2- Se ha puesto en marcha un Observatorio de la Economía Social que está permitiendo dar a conocer las diferencias, oportunidades y variables de cada territorio.
3- Se ha fomentado el intercambio de experiencias y Buenas Prácticas: turismo, financiación, talleres… Existe un clima de colaboración.
4- A partir de los Proyectos Piloto están ya funcionando 11 iniciativas con resultados tangibles.
5- Difusión y transferencia de resultados. Como explico Eva Jimeno, habría que destacar que el proyecto ha conseguido atraer el interés de personas fuera de las organizaciones, gracias a la transparencia del proyecto y al esfuerzo de comunicación continuada que se ha realizado. La página web www.proyectotess.com ha recibido más de 105.000 visitas y se han producido 13.450 descargas directas de documentos.
6- Efectivamente, la configuración de red transfronteriza se ha cumplido y se está trabajando para dar continuidad en los próximos años.
Algunos resultados concretos
El Proyecto TESS ha generado la puesta en marcha de iniciativas concretas en tres ámbitos: apoyo a empresas de Economía Social y emprendedores; desarrollo de la Economía Social en otros sectores y vertebración y fortalecimiento de la Economía Social.
Así como apoyo a empresas de Economía social y emprendedores se pueden nombrar la elaboración de una guía de acompañamiento a nuevas iniciativas de ES o la puesta a disposición de instrumentos financieros a través de acuerdos con OINARRI (Sociedad de Garantía Recíproca específica para la Economía Social y el emprendimientos) y con la banca ética FIARE. Además, de por ejemplo, la extensión de la central de compras ATEGI a Navarra como un servicio para las empresas asociadas a ANEL.
Así mismo se está trabajando para que la Economía Social esté más presente en algunos sectores, en este sentido se ha transferido a la metodología BAC de Mondragón, para dinamizar los procesos de lanzamientos empresariales y desarrollar nuevos negocios basados en la intercooperación. Y se están desarrollando proyectos de promoción de cooperativas en el sector de atención a las personas.
El tercer grupo de iniciativas está orientado a vertebrar y fortalecer la Economía Social en los tres territorios. En este campo se han puesto en marcha redes sectoriales de cooperación transfronteriza entre cooperativas de trabajo, con organizaciones como URSCOOP, ERKIDE y ANEL, y así como en el ámbito de la Economía Solidaria.
En el marco de TESS se han desarrollado múltiples actuaciones. Por citar solo algunas se han celebrado dos ediciones del Mes de la Economía Social transfronteriza; se ha participado en FOROKOOP, jornadas de buenas prácticas de empresas de economía social en los tres territorios, visitas estudio, talleres temáticos, etc.