¿Cómo estamos educando a los líderes del mañana?
La segunda mesa redonda del Encuentro de la Red de Mentoring en el Museo Oteiza reunió a 4 centros educativos para poner en común qué habilidades necesitan los jóvenes para prepararse para el futuro, cómo se está educando estas aptitudes desde el aula y cómo se puede potenciar este liderazgo desde los valores propios de la Economía Social.
Formando en competencias clave
Para ello se contó con la intervención de Maite Arriaga, directora del Centro Integrado Cuatrovientos, institución educativa cooperativa muy vinculada a ANEL. “Un buen líder no es el que manda, si no el que consigue que los demás le sigan” afirmaba Arriaga. En este sentido, desde su visión como directora de este centro de Formación Profesional, es consciente de que no hay que formar sólo en habilidades técnicas, si no que el aprendizaje debe ser práctico, potenciar el trabajo en equipo y fomentar valores como la empatía, la comunicación y el compromiso. También puso sobre la mesa la importancia de inculcar a los jóvenes una visión internacional, y en este sentido destacó que los idiomas siguen siendo el Talón de Aquiles de la juventud.
Ante la pregunta de si el buen líder nace, o se hace, para Maite Arriaga hay quien nace con cualidades innatas, pero “es más determinante el desarrollo personal y profesional. Hay habilidades que hay que experimentar, y desde los centros educativos debemos facilitar que el alumnado las ejerza.” En este sentido, el centro trabaja en competencias clave que el profesorado evalúa, y un 20% va a la nota media. El alumnado tiene esto muy claro, y entienden que es importante.
La importancia de la cooperación en la educación
El Liceo Monjardín de Pamplona, centro educativo gestionado por una cooperativa asociada a ANEL, estuvo representado en la jornada por Arturo Iturralde profesión de Economía de la Empresa en Bachillerato, asignatura en la que se hace especial hincapié en el modelo cooperativo. Según expuso Iturralde, el Liceo trabaja por proyectos, lo que permite a los estudiantes “darse cuenta de que trabajamos en sociedad y que es fundamental cooperar”. Este centro valora positivamente a quien destaca y quien tiene la habilidad de tirar del resto del grupo. Además, se hace mucho esfuerzo en educar en habilidades que les valdrán en el futuro como hablar bien y tener espíritu crítico y emprendedor. Pero si en algo tiene claro Arturo Iturralde que hay que seguir trabajando y que queda camino por recorrer, es en romper el miedo al fracaso, En este sentido explicó cómo desde el aula exponen este tema a debate y muestran el fracaso como parte del aprendizaje.
Potenciando el liderazgo personal
Hirune Pellejero, directora de la Ikastola San Fermín, cooperativa de familias, tiene claro que “para formar líderes del futuro hay que ser líderes de ellos mismos en el presente; sin un liderazgo personal no es posible ese desarrollo”. En este sentido, Pellejero expuso que es fundamental el autoconocimiento, por eso en la Ikastola, hace 4 años que se empezaron a preguntar cómo podían favorecer que sus alumnos lograsen sus objetivos vitales y cómo podían mejorar su experiencia de aprendizaje. Así, empezaron a ver claro que había aspectos transversales que había que potenciar desde todas las materias. Su reto ahora es poder medir esas competencias “intangibles”, y para ello han emprendido un proyecto en colaboración con la Universidad e Mondragón, cuyos resultados esperan poder ofrecer en el futuro. A título personal, Pellejero quiso cerrar su intervención afirmando que “soy de la opinión que hay cosas innatas, pero ciertas habilidades son fruto del esfuerzo. Hay que analizar si nosotros como adultos les damos todas las herramientas para ello.”
Educando desde el entusiasmo
Erkuden Goñi, directora del IES Mendillorri se declaró como una firme defensora de la cultura del esfuerzo. Durante su intervención explicó cómo a través de una sencilla actividad en 1º de la E.S.O., desde el IES empiezan a detectar quién tiene cualidades de líder. La actividad consiste en enseñar el instituto a los alumnos y alumnas de 6º de Primaria. Para ello piden primero que piensen qué compañero o compañera lo puede hacer mejor, y que describan qué cualidades debería tener esta persona. Con esta sencilla actividad, resulta fácil identificar al líder del grupo.
Además, desde Mendillorri analizan qué cualidades del alumnado pueden potenciar y qué aspectos de su personalidad se puede mejorar, porque como afirmó Goñi, “esto nos permite acercarnos a su entusiasmo, y ver quién compite con valentía y quién tiene un futuro bonito delante”
