Pasta ecológica, artesana y con valores de Economía Social

21/08/2015·

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Fusilli, maccheroni, conchiglie de sémola, conchiglie de harina de Khorasan, nidos de spaghetti de sémola y de harina de centeno. Cada una de ellas muy diferente en apariencia y sabor, pero todas con algo en común: la máxima calidad de las materias primas con las que se elaboran, la producción ecológica y artesana y las propiedades nutricionales que reportan a nuestra salud. Massimiliano Martinelli y Roberto Contín, dos grandes maestros de este tipo de pasta, crearon en junio Pasta Martinelli, una micro cooperativa que se desmarca de conocidas firmas que se venden en las supermercados, acercándose al pequeño comercio, a las ferias, a los grupos de consumidores y al consumidor individual, poniendo en valor su trabajo y sus productos.

Los valores de la micro cooperativa

El principal valor que define y distingue a la cooperativa Pasta Martinelli es el propio producto: ecológico, cercano, sostenible, de primera calidad, artesanal y “muy rico”. “Nuestra manera de hacer la pasta es artesanal, con una producción limitada, utilizando tréfila de bronce para darle forma y con una desecación lenta a unos cuarenta grados de temperatura, de tal forma que todas las propiedades organolépticas se mantengan intactas”, explican los dos socios trabajadores. Así mismo, la pasta que producen tienen propiedades nutricionales ya que posee espirulina, un alga que ofrece proteínas más digeribles que las de la carne de vacuno y contiene una sorprendente variedad de elementos nutritivos. “No tiene colesterol, ni azúcar, por lo que también puede consumirse por personas diabéticas”, comentan.

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Sus clientes son, principalmente, tiendas de barrios, grupos de consumo y personas particulares y también venden a algunos restaurantes. “No trabajamos con distribuidores, hacemos reparto en Navarra, País Vasco y queremos ampliar a Iparralde y Aragón. También tenemos clientes a los que les enviamos el producto a través de agencia”, aseguran.

Además de producir y de repartir, Massimiliano y Roberto sacan tiempo para ir a vender a las ferias y mercados, de presentarse en las tiendas de alimentación dejando una muestra de regalo del producto para que lo prueben y en caso de que les guste, volver.

Ambos socios están muy comprometidos con el medio ambiente, con un modelo de empresa sostenible y que dañe lo menos posible al planeta. Por ello, además de todos los valores de sostenibilidad con los que trabajan, quieren, en un futuro próximo, contratar energía renovable.

Valores cooperativistas desde el nacimiento de la idea

Los valores de la Economía Social y los de la cooperativa encajan perfectamente con las personalidades de estos dos socios. “Nuestra idea es lograr un sueldo digno, vivir de nuestro trabajo, hacer un producto de calidad, ecológico, sostenible y siempre innovando y mejorando”, cuentan.

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Para poner en marcha la idea que tenían en mente, solicitan la ayuda de ANEL, a la que Massimiliano ya conocía a través de socios de otras cooperativas. “Alfredo Chorraut nos ayudó con la gestión burocrática y con la solicitud de las subvenciones. Nos explicaron las características y el funcionamiento de la cooperativa”. Tras este proceso de constitución junto a ANEL valoran muy positivamente “que haya una asociación de Economía Social como ANEL”, concluyen.

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