La microcooperativa que gestiona el camping de Esparza apuesta por un proyecto de comunidad, cultura y sostenibilidad

«Todes sois bienvenides». Es el mensaje que recibe al visitante del camping público Murkuzuria, en Esparza de Salazar, gestionado por la empresa de Economía Social asociada a ANEL, Burujabeak Sociedad Microcooperativa. Sus promotores, Gala Espriu, Laura Oviedo y Andrés Flores, son tres personas comprometidas con el territorio, la cultura y la Economía Social por lo que su proyecto va mucho más allá del alojamiento: quieren convertir el camping en un espacio abierto todo el año, punto de encuentro para la población local y motor de cohesión social en el Valle de Salazar.
Con una propuesta basada en el turismo sostenible, la cultura, la gastronomía y el uso del euskera, Burujabeak busca revitalizar el entorno rural a través de valores como la solidaridad, la igualdad, la transparencia y la sostenibilidad. Además, colaboran activamente con otras entidades y empresas del territorio para frenar la despoblación y dinamizar la economía local.
Un proyecto cocinado a fuego lento
Gala, Laura y Andrés no son ajenos al camping Murkuzuria. Se conocieron trabajando allí como empleados por cuenta ajena y, cuando las anteriores gestoras decidieron no renovar su contrato de arrendamiento, iniciaron el camino para tomar el relevo. “Nuestro proyecto se fue cocinando a fuego lento durante más de un año”, explica Gala. Con el apoyo de facilitadores de equipos, transformaron su idea en una cooperativa con una clara vocación social.
Los tres provienen de formaciones diversas. Gala estudió animación sociocultural, Laura combina estudios en antropología, cocina y educación ambiental, y Andrés se formó en gestión de empresas agropecuarias. Su diversidad les ha permitido abordar el proyecto de forma integral, con un enfoque multidisciplinar que hoy se refleja en todos los aspectos del camping.
- L.aura
- Gala
- Andrés
“Desde el principio tuvimos claro que queríamos ser una cooperativa”, afirma Gala. “Creemos en la Economía Social como herramienta para cambiar la realidad y construir un mundo mejor”. Un compromiso que se traduce también en su posicionamiento contra cualquier tipo de violencia machista o racista.
Cultura, comunidad y futuro sostenible
Actualmente, Burujabeak se encarga de todos los aspectos de gestión del camping: desde la mejora de instalaciones —como la adecuación de casetas o la renovación del mobiliario— hasta la programación de actividades culturales o el trabajo con la comunidad. Durante el invierno han participado en la campaña de esquí del Gobierno de Navarra con los más pequeños, y los fines de semana su principal clientela son vecinos y vecinas del entorno. “Queremos abrazar los proyectos de aquí y que todos estemos alineados”, resume Gala.
Burujabeak ha lanzado ya su página web en euskera y castellano con la ayuda de Somos Zenith y la fotógrafa Sonia Senosiáin, y forma parte de Irati Aldea, agrupación que impulsa el turismo en el Pirineo navarro. Además, destacan la colaboración con Cederna Garalur en la tramitación de subvenciones.
Agradecidas con ANEL y el acompañamiento recibido
Desde Burujabeak expresan su agradecimiento a ANEL, especialmente a su técnica Cristina Sánchez, por el acompañamiento en la constitución de la cooperativa y su apoyo continuo. “Nos hemos sentido siempre acompañadas y comprendidas en cada paso”, destaca Gala.
Burujabeak S. Microcoop es un ejemplo vivo del potencial de la Economía Social para impulsar proyectos sostenibles, arraigados al territorio y comprometidos con las personas.
#ANEL #Cooperativismo #Navarra #Emprendimientocolectivo #Murkuzuria #Salazar