La combinación perfecta entre la gastronomía navarra y la colombiana

De casta le viene al galgo, suele decirse. Y esa podría ser la explicación del origen de la pasión por la hostelería y la cocina que han heredado de su madre los hermanos Navarro Medina, dos jóvenes emprendedores colombianos. Ambos han crecido dentro del mundo de la hostelería, concretamente, en el de los asados, motivo por el cual, desde bien pequeños han ido adquiriendo tanto la pasión por este oficio como la profesionalización y la especialización en el mismo. Ya llevan años en Navarra por lo que mezclan la comida autóctona con la del país cafetero, una comida que definen en dos palabras “muy sabrosa”.
John David y Angélica Navarro Medina, él de 29 años y ella de 21, los dos socios de esta micro cooperativa asociada a ANEL, han puesto en marcha, hace apenas una semana, el restaurante Pikoriko, ubicado en la calle Erletoquieta, número 6 de Pamplona especializado en la gastronomía colombiana.
La empresa de Economía Social se constituyó hace tres meses pero han estado reformando el local para darle un aire nuevo y acorde con su imagen corporativa. No empiezan de cero, cuentan con algunos clientes ya que Pikoriko es una ampliación y renovación del negocio en la que trabajaban anteriormente ubicado en Berriozar. Fue la madre la que les dio la idea de emprender y llevar a cabo este sueño que tenían desde hace cuatro años: “el local de Berriozar se nos fue quedando pequeño y decidimos buscar un sitio cómodo y agradable dónde el servicio y la atención pudieran ser óptimas”, cuentan los socios.
Con la idea de poner en marcha la empresa, acudieron a la Asociación de Empresas de Economía Social de Navarra y los técnicos le explicaron la posibilidad de constituir una micro cooperativa. “A partir de ahí comenzamos con los trámites, el Plan de Viabilidad, la preparación de la documentación necesaria para optar a algunas subvenciones. En la actualidad, seguimos en contacto con ellos, nos llevan el tema de la asesoría fiscal y tenemos planeado apuntarnos a cursos de formación sobre economía en ANEL. Estamos muy contentos con los técnicos/as de la asociación -añaden- y lo que más destacamos de sus servicios son la atención, la concisión y la claridad al explicarnos las cosas”, destacan.
Fusión gastronómica
La comida que ofrecen en el Bar Restaurante Pikoriko conviven y se fusionan platos típicos “de aquí” como platos combinados, bocatas, pollo, asado con patatas, ensaladas, etcétera, con los platos más famosos de Colombia y Latinoamérica como por ejemplo frijoles, patacón, sobrebarriga o bandeja paisa, entre otros.
Cuentan con una cartera de clientes que, debido al éxito del local que tuvieron en Berriozar, les han seguido en su traslado hasta Iturrama. “Los clientes nos conocen por los asados y los codillos y ahora hemos querido introducir el menú del día, ya que muchos de ellos lo demandaban”, explican.
Secreto familiar
Tomate y cebolla. Ingredientes fundamentales en todos sus platos, condimentados con el secreto familiar que han ido heredando las distintas generaciones. “Cocinamos con bastantes especias y siempre con cebolla y tomate, sobre todo las carnes, los asados, los guisos…”, narran.
Expansión de cara al futuro
Apenas llevan una semana y, de momento, se ocupan de la empresa los dos socios a los que les ayuda un trabajador, pero su objetivo es expandirse tanto en capital humano como en locales, incluso “crear una franquicia en distintas ciudades del país”, concluyen.