La asertividad, clave para un liderazgo participativo y humano en la Economía Social

En el marco del programa LIDERA, la Asociación de Empresas de Economía Social de Navarra (ANEL) ha desarrollado una serie de talleres orientados a potenciar la asertividad como competencia fundamental en el liderazgo participativo. Estas formaciones buscan dotar a las personas de herramientas prácticas para expresar opiniones, emociones y necesidades con claridad y respeto, resolver conflictos desde la empatía y negociar acuerdos equitativos.
Los talleres, titulados «Expresión sin Fronteras», «Puente sobre Aguas Turbulentas» y «El Poder del Sí Equitativo», han permitido a las personas participantes descubrir cómo la comunicación asertiva puede transformar los entornos laborales, fomentando la confianza y la corresponsabilidad. En palabras de una asistente: «Por primera vez, siento que mi voz tiene un lugar».
La asertividad, entendida como la capacidad de expresarse de forma eficaz y defender el punto de vista propio respetando los derechos y creencias de los demás, se revela como una competencia esencial para el liderazgo participativo. No se trata solo de comunicarse bien, sino de construir relaciones sólidas, cultivar la confianza y crear entornos donde las personas se sientan escuchadas, valoradas y seguras para contribuir con lo mejor de sí.
En el contexto de las empresas de Economía Social, donde el compromiso con las personas, el entorno y la sostenibilidad es parte de su ADN, este tipo de liderazgo no solo es coherente, sino necesario. Liderar con asertividad permite equilibrar los objetivos económicos con el bienestar colectivo, promoviendo una gestión más humana.
Inspirado en modelos como el liderazgo delta, que integra la resiliencia, el autocuidado y la sostenibilidad, el liderazgo participativo impulsa un cambio cultural: del control al empoderamiento, del individualismo a la colaboración, del orden vertical al tejido horizontal. Es una visión que responde a los desafíos del siglo XXI, donde las personas no son recursos, sino protagonistas.
La incorporación de habilidades como la asertividad en los espacios formativos del liderazgo no es anecdótica: es estratégica. Aprender a expresar lo que pensamos y sentimos, a escuchar activamente y a negociar desde el respeto mutuo nos permite construir equipos más cohesionados y resilientes. En este sentido, la comunicación consciente se convierte en una herramienta transformadora que humaniza las relaciones laborales, previene conflictos y fortalece el compromiso con una cultura organizacional alineada con los valores de la sostenibilidad y el cuidado mutuo.
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