Gestión de personas desde la Economía Social

Fefa de la Parra y Andrea Mondragón comienzan un nuevo proyecto con la microcooperativa RSC Talento, un servicio de secretariado, recursos humanos y tareas administrativas con el que ayudar a pequeñas y medianas empresas.
La microcooperativa RSC Talento surge con la crisis del Covid, cuando empresas grandes y pequeñas tuvieron dificultades ante la recesión económica que trajo consigo la pandemia. Muchas de estas empresas optaron por mantener únicamente la parte de producción, “lo que mueve la economía de la propia empresa”.
Ante esta situación las dos socias descubrieron que “había otra manera de hacer recursos humanos”, precisamente lo que pretenden con su nueva empresa. Con RSC Talento Andrea Mondragón y Fefa de la Parra ayudan a empresas pequeñas y medianas a suplir la falta de un departamento de recursos humanos o de un departamento que no llega a cubrir todas las necesidades de la empresa a través de la contratación externa temporal, sin la obligación de mantener una continuidad, pero con la oportunidad de volver a acudir a la microcooperativa ante cualquier nueva necesidad.
El proyecto, que surge de la Cooperativa de personas emprendedoras de ANEL, tiene como objetivo desarrollar planes específicos para departamentos de recursos humanos, como protocolos de acoso o procesos de selección de políticas de cualquier tipo, a través del estudio de herramientas y una oferta concreta para cada empresa. Además de eso, encontraron un nicho de mercado en las medianas empresas sin departamento de recursos humanos.
Uno de los puntos más importantes en los que ayudan son los protocolos de acoso y procesos de selección en género, que son acciones positivas que la ley te obliga a tener, pero “además de entrar en la legalidad y tener esos protocolos hechos, ayudamos como sociedad a que esto mejore”.
Algo que las dos socias destacan de su proyecto es el “ser este enlace entre la dirección y los empleados”. Las personas son el motor de los negocios, pero “muchas empresas no tienen un departamento o una persona que se dedique a ellos”. Desde la microcooperativa buscan escuchar a los empleados y estar a su disposición buscando su comodidad y la mejoría de su experiencia en la empresa.
Otro de los temas con los que ayudan a las empresas son los planes de comunicación, algo esencial dentro de cualquier tipo de negocio ya que como dice Fefa de la Parra “puedes perder talento por el mero hecho de no comunicar”. A través de la comunicación entre empleado y mando se pretende crear una unión entre estos que asegure el bienestar del primero y el buen funcionamiento del segundo.
Tal y como dicen las dos socias, “Creemos en la economía social, creemos en la cercanía del territorio, creemos en ayudar a los demás”, y es precisamente por lo que optaron por el modelo de microcooperativa para su negocio. El pertenecer a un entramado de pequeños negocios, cooperativas, trabajar en conjunto, resulta en una mayor fuerza como empresa, “el ayudar al otro siempre te va a aportar más que algo que es puramente económico”.
Durante el proceso de desarrollo del proyecto, ANEL “nos sirvió de guía, equipo y comunidad” como dice Andrea Mondragón. Empezando desde 0, ANEL les ayudo a testar el proyecto y comprobar su viabilidad, crear un negocio con “unas bases sencillas y en comunidad”.
A través de ANEL buscan una mayor aproximación a empresas que necesitan de su trabajo, que comparten los mismos valores. “Lo que nosotros esperamos de ANEL o buscamos en ANEL es un apoyo para llegar a más personas”.