Artesanía, diseño y formación artística personalizadas y a la carta

¡Pídelo y nosotros te lo hacemos! Ver, mirar, encontrar, comparar, imaginar y pedir lo que se desee según los gustos de cada uno. Esto es lo que tienen que hacer los clientes de La Crafetera, una nueva cooperativa situada en el corazón más vetusto de la ciudad de Pamplona. Apenas se cumple un mes desde que abrieron sus puertas en el número 1 de la Mañueta, pero su Tiendataller, como ellos le llaman, está repleta de creaciones realizadas con técnicas muy diversas pero todas con un denominador común, están hechas artesanalmente.
El pasado 13 de diciembre comenzaron su andadura como empresa con una fiesta de inauguración, durante la cuál la tienda se llenó de familiares, amigos, curiosos y vecinos del barrio. Los cinco socios que han puesto en marcha esta cooperativa son Ana Díaz Ugena, Ana Alonso Recalde, Diana Arboniés Porres, Diego Urdanoz Beaumont y Gabi López Guillén. Los jóvenes emprendedores, todos menores de 35 años, tienen un perfil profesional ligado a las artes, el diseño gráfico y la creatividad y gracias a las coincidencias que se han ido dando dentro de este mundo, han podido conocerse y poner en marcha La Crafetera.
Algunos de ellos ya se conocían de haber estudiado juntos pero fue hace más o menos un año, cuando coincidieron en los mercadillos artesanales, cuando decidieron profesionalizar su profesión. “Venimos del mundo del mercadillo y conocemos las necesidades que existen en él, de tal modo que creamos la empresa para desarrollar ese trabajo de forma más profesional y regularizar nuestra profesión. Se artesano es un oficio al igual que cualquier otro”, recalcan los socios.
Para dar forma a todas las ideas que tenían sobre este proyecto se pusieron en contacto con ANEL, con los que dieron tras investigar por la red. Desde el principio todos tuvieron muy claro que la forma jurídica de la empresa iba a ser la de la cooperativa puesto que, “responde a la idea de aportar todos lo mismo, de tener los mismos derechos, en definitiva, es una forma muy justa de crear una empresa”, explican.
ANEL les ha acompañado desde el inicio, hará más o menos un mes y medio y cuentan que están muy contentos con ellos porque “nos han tratado, asesorado y guiado muy bien, sobre todo Maite”, afirman.
Materialización de las ideas y necesidades del cliente
En La Crafetera ofrecen, por un lado, los productos y creaciones que realizan tanto sus socios como los colaboradores, siempre realizadas a mano y relacionadas con el arte y la artesanía (fotografía, madera, vidrio o cartón, entre otros). Todos estos productos están a la venta y algunos, también, forman parte de las exposiciones que alberga La Salita.
Por otro lado, ofrecen un servicio de Diseño de Imagen, que va más allá del diseño corporativo o el diseño gráfico. Está pensado para que el cliente que tiene algún evento, celebración, reunión u cualquier otra celebración, pueda encargarles un diseño totalmente personalizado y temático para todos los elementos que conforman ese evento.
Y por último, ponen a disposición tanto de adultos como de niños, la formación a través de talleres de corta duración y otros personalizados con temáticas escogidas por el propio cliente. “La idea de unir la tienda y el taller es utilizar ese espacio de trabajo, mientras el cliente que entra puede ver como realizamos nuestras artesanías.”, aseguran. Los talleres pueden consistir en acudir dos horas o tres para aprender esa técnica que le interese a la persona, construir lo que le apetezca y, además, llevárselo a casa o regalarlo. “Nosotros ponemos tanto los materiales como las herramientas, porque sabemos que funcionan muy bien y por la comodidad del cliente. Queremos facilitar y economizar al máximo”, subrayan.
Aunque estos talleres no suponen un compromiso de tener que acudir unos días determinados a lo largo de un periodo y saben que esta fórmula funciona, ahora mismo se encuentran en un momento de testeo del mercado y tienen en mente comenzar a implementar las Tardes Creativas dirigidas al público infantil y con la periodicidad de acudir todos los miércoles.
Espacio para creadores
Los socios de esta cooperativa quieren compartir su espacio con otros creadores como ellos pero que no tienen acceso a un espacio expositivo. Es por ello, por lo que han creado La Salita, una parte de la tienda dedicada a acoger obras y creaciones de personas que deseen hacerlo.
Así mismo, los colaboradores que deseen formar parte de La Crafetera, por un euro al día, podrán contar con un espacio, además de para exponer y vender, poder impartir talleres o realizar showrooms con clientes, así como de tener acceso a descuentos en material artístico a través de sus proveedores.